La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció en el año 2001 el 10 de noviembre como el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo. Pretende así recordar y renovar el compromiso a nivel mundial adquirido en la Conferencia Mundial sobre la Ciencia de Budapest (Hungría). La ciencia está presente en casi todos los aspectos de nuestra vida. Por ello se busca, a través de este día, que todos los países trabajen en conjunto para hacer de la ciencia un medio que ayude a las naciones a desarrollarse y a garantizar la paz.
Cada año, durante el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo se promueve que los ciudadanos estén informados sobre los avances científicos, creando sociedades más sostenibles, al tiempo que se favorece la comprensión sobre la fragilidad del planeta en el que vivimos. Por ello, la celebración de este año destaca la importancia de “Construir comunidades preparadas para el cambio climático”. El objetivo es acercar la ciencia, la tecnología y la innovación a la sociedad y destacar las posibles soluciones que estas brindan a algunos de los principales desafíos globales a los que se enfrenta la sociedad.
Desde Basoa Fundazioa quisiéramos reconocer y considerar la implicación de la ciencia forestal y la gestión de los bosques que ello supone en este objetivo planteado. Analizamos así las tendencias actuales de nuestra sociedad con respecto a esta ciencia y su necesidad de hacerla valer frente al cambio climático.