El número de empresas que apuestan por la gestión forestal sostenible como negocio se han incrementado en los últimos años.
La senda verde por la que comienza discurrir la economía se está desarrollando en el sector forestal. La gestión forestal sostenible se está ordenando como una tabla de salvación del monte en España que, hasta ahora, estaba en decadencia por el abandono del entorno rural experimentado en los últimos años.
Ahora diversos sectores económicos han vuelto los ojos a estos espacios auspiciados por la denominada Gestión Forestal Sostenible que comienza a extenderse en el país. Se trata además de empresas forestales, que gestionan la materia prima y están cerca del territorio forestal.
Desde la organización PEFC España calculan que de las 456 empresas sostenibles registradas por este sello el 92% son pequeñas y medianas empresas. Entre su cometido, para contar con el sello de sostenibilidad, se les forma en aspectos relacionados con el cuidado del monte, la protección de su biodiversidad, los suelos y comprender sus funciones económicas y sociales.
En esta línea se enmarca el programa Empleaverde de la Fundación Biodiversidad, cofinanciado por el Fondo Social Europeo. La línea básica de estas acciones es hacer del cuidado sostenible del bosque un recurso económico que, además, protega la superficies forestales de los incendios. Entidades involucradas en los sistemas de gestión forestal sostenible son múltiples: aserraderos, carpinterías, fabricas de mobiliario, imprentas, fábricas de bolsas de papel, distribuidores de madera y productos derivados se ligan a términos como la cadena de custodia de la madera. Con esta línea se puede seguir la pista de un producto forestal desde el monte hasta el producto adquirido.
Fuente: Cesefor