Restauración de tres hectáreas de Laidabaso, en Ibarrangelu.
La medida, que ha obtenido el visto bueno del Patronato de Urdaibai, permitirá aprovechar un pinar adulto para después recuperar un bosque de encinar cantábrico.
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El proyecto sobre el terreno de un propietario particular ha necesitado de un plan técnico de gestión forestal sostenible inédito en la Reserva de la Biosfera: requiere de la utilización de un sistema de apeo y extracción de la madera, mediante cable forestal aéreo; mientras que en una etapa posterior se prevé divulgar los resultados.
«Se trata de cambiar el rumbo de lo que era un pinar para la obtención de madera a un bosque de especie autóctona con fines paisajísticos y recreativos», han ahondado desde la fundación de la Confederación de Forestalistas del País Vasco. Han actuado anteriormente sobre 38 hectáreas en suelos de Ereño, Muxika y Busturia, sin embargo en esta ocasión la modalidad elegida es singular. El trabajo, condicionado a la utilización de un método de poco impacto al situarse en una zona de protección natural y con importante pendiente, utilizará un cableado aéreo para sacar la madera. Una máquina que visita Bizkaia “por segunda vez” se encargará de ello. Y lo hará con rapidez, ya que los trabajos deberán concluir antes de fin de año.
La actuación ha recibido una subvención del Gobierno vasco (Departamento de Medio Ambiente y Política Territorial) -el propietario pone el terreno y Basoa se ha encargado del proyecto-, ya que el dueño no podía hacerse cargo del coste. De pino radiata se pasará posteriormente a un encinar cantábrico al que «se le ayudará» a mejorar su estado «encauzando su dinámica natural». Para el futuro quedará la habilitación de senderos por el interior de un bosque que podrá ser visitado. «Existen pocas zonas de Urdaibai que brindan esa posibilidad, y el propietario desea que la ciudadanía lo pueda disfrutar».