Dos científicos alemanes logran el Premio Inventores Europeos del Año 2010 gracias a Arboform, un material con el que diseñan piezas de automóviles y de relojes, juguetes, altavoces, muebles e incluso ataúdes. Su aspecto explica su procedencia o al menos la de uno de los materiales básicos: la lignina, una sustancia presente en el tronco de los árboles que une las fibras celulosas de la madera como si de un pegamento se tratara. Su gran manejabilidad se debe a la combinación de este elemento (que hace que el papel se vuelva amarillo con el tiempo por su exposición al aire y a la luz natural) con resinas, fibras, ceras y aditivos naturales. El resultado final es Arboform, una masa que puede procesarse como cualquier material termoplástico con máquinas de inyección. En la actualidad, con este material con aspecto de madera se fabrican piezas de automóviles, de relojes y de calzado, juguetes, altavoces de diseño, “tees” de golf y muebles, como los ataúdes. El bioplástico se puede moldear con una precisión mayor incluso que la de los polímeros tradicionales. Esta alternativa verde hecha de “madera líquida” ha convertido a los investigadores alemanes Jürgen Pfitzer y Helmut Nägale, del Instituto Fraunhofer de Tecnología Química (ICT), en los Inventores Europeos del Año 2010 en la categoría “Pymes/Investigación”, unos premios promovidos por el Foro Europeo de Patentes y la CE, en cuya organización, celebrada recientemente, ha colaborado la Oficina Española de Patentes y Marcas.
Fuente: La Razón 10.05.10