La contaminación, la destrucción de su hábitat o su recolección sin freno están poniendo en peligro a estos manjares del bosque.
Llegó el otoño, y con él la lluvia y la humedad, condiciones idóneas para la aparición de las setas en los bosques. Sin embargo, no se trata de un recurso ilimitado y, de hecho, algunos expertos alertan de la regresión de algunas especies por diversos factores causados por el ser humano. Un buen aficionado no solo es quien sabe distinguir las especies más apreciadas de las tóxicas o ubicar las mejores zonas, sino también quien realiza una recolección y un consumo sostenible, lo que permitirá seguir disfrutando de estas maravillas de la naturaleza.
La Real Academia de Ciencias Veterinarias estima que en Europa hay unas 3.500 especies de setas, de las que unas 100 son comestibles (de ellas, 15 ó 20 excelentes), y unas 35 son tóxicas (de ellas, cinco mortales). El resto, o bien son incomestibles o bien carecen de valor culinario. La gran mayoría se pueden encontrar en nuestro país, un auténtico paraíso de estos organismos.
13/11/2010
Fuente: elcorreo.com